Vidrio Templado
El templado térmico del vidrio va a tener una gran importancia en su resistencia mecánica. La mayor parte del vidrio de seguridad templado que se fabrica de forma industrial se obtiene por temple térmico. En este proceso las piezas de vidrio, deben de tener su forma definitiva antes de entrar en el horno de temple, puesto que una vez templadas no se puede realizar ninguna manufactura sobre ellas.
El proceso consiste en calentar los vidrios hasta una temperatura algo mas baja a la de su reblandecimiento y a continuación enfriarlos bruscamente haciendo incidir sobre su superficie multitud de chorros de aire frío.
En BIA, trabajamos con horno de templado horizontal "sin pinzas" cuya medida máxima es de 2,60 x 4,20 mts.
De este modo, la superficie queda sometida a fuerzas de compresión, y el interior a fuerzas de tracción, cuyas intensidades varían de acuerdo con el gradiente térmico que se estableció en el momento de su enfriamiento.
Estas tensiones originan ciertas deformaciones en los vidrios que pueden ser origen de distorsiones ópticas. La elección de las dimensiones de los vidrios juega un papel importante en las deformaciones de los mismos.
El templado completo da una mejor resistencia mecánica y hace del vidrio un producto de seguridad, puesto que en caso de rotura los trozos son muy pequeños y los riesgos de producir accidentes son prácticamente nulos.
Vidrio Termoendurecido
Los vidrios termoendurecidos nos llevan a un reforzamiento de la resistencia mecánica, pero estos no se consideran un producto de seguridad puesto que en caso de rotura los trozos son de una gran dimensión y pueden ocasionar accidentes. El proceso de fabricación es parecido al del vidrio templado, pero varía la forma de enfriamiento, en los vidrios termoendurecidos, el enfriamiento es mucho más lento, por lo que las tensiones superficiales son inferiores y por tanto tiene una resistencia mecánica más baja.